Hace poco leí en “El País” un artículo que narraba la situación actual de una chica de 35 años. Esto me ha hecho pensar en dos cosas. La primera, que la gente tiene mucho morro y le encanta hacerse la víctima. La segunda, que los diarios publican cualquier cosa.
El artículo en cuestión data del 10 de mayo de 2009 y se puede ver aquí.
Repasémoslo:
“Tras trabajar tres años y medio como encargada en dos tiendas de bisutería, Eva se quedó de la noche a la mañana en el paro. Pasó de cobrar 1.500 euros a cero porque cotizaba por 500 y el paro era tan bajo (de unos 300) que ni lo tramitó.”
La chica trabajó durante tres años y medio cobrando la nada despreciable cifra de 1.500 euros, un sueldo que ya les gustaría a muchos. Pero debía ir a comisiones ya que el importe cotizado sólo eran 500. Supongo que serían las comisiones, si no lo cobraba en negro. Una vez finiquitado el contrato decide no ir al INEM a pedir la prestación de desempleo. Empieza bien.
“Ganó el juicio en noviembre y se le están agotando los 6.000 euros de indemnización.”
Aquí se puede ver una de las causas de no pedir el paro. Como cobró 6.000 euros, debió pensar que con eso podría ir tirando unos meses. Pero veamos una de las frases del primer párrafo:
“Eva, nombre falso, 35 años, señalaba con ironía la página de Internet Infojobs donde está su historial desde abril en busca de trabajo como dependienta.”
Es decir, ganó un juicio en noviembre, el despido tuvo que ser antes, pero empezó a buscar trabajo en abril. Luego, ¿qué hizo durante esos cinco meses?
“Ha dejado unos 40 currículos y sólo le han llamado de una tienda para comunicarle su preselección. Nunca más se supo.”
"Mira: casi es más fácil que me toque la Primitiva que que me llamen. O estás como un pan, o eres un portento o lo tienes claro".
"En este caso", dijo subrayando una conocida marca de ropa, "hay 1.958 peticiones para una vacante ¿Cómo me van a elegir a mí?".
Vaya, ahora le surgen las prisas, después de haber malgastado ese tiempo, los cinco meses citados anteriormente, en cualquier cosa menos buscar trabajo. Pero lo mejor de todo es que ahora parece víctima del sistema:
"Me gustaba ir a cenar y comprar y se acabó”
Y el colofón final viene cuando se entrevista con una periodista de “El País” y ésta no sabe contrastar los datos, lo ve como una historia para hacer llorar al personal y, ni corta ni perezosa, lo publica. Es una vergüenza que si en este país existe el drama de familias en las que ningún miembro trabaja, como nos recuerdan continuamente, escojan un caso en que el testimonio hasta desprecia el paro por ser sólo de 300 euros.
¿Sabrá esta señorita cuánto es una pensión de jubilación? ¿O una pensión de alimentos a un niño? ¿O cuánto cobra un joven trabajando en un “fast food” a media jornada?
En resumen:
1º Lleva en paro desde noviembre (mínimo)
2º No pidió la prestación por desempleo porque "era poco", supongo que con la indemnización ya le bastaba…
3º Empieza a echar currículos en abril.... ¡5 meses después!
4º Se queja que está desesperada porque en un mes no le ha llamado nadie... Y no le da vergüenza explicar que lleva cinco meses rascándose la barriga.
5º El País lo ve como dato relevante y lo toma como serio, el colmo.
Muy bien analizado. Bravo!
ResponderEliminarTodo que se por vender... simple y llanamente.
ResponderEliminarPlas, plas. Y que luego los periodistas se metan con los blogs....
ResponderEliminarCarpe Diem
Una historia que vivo todos los días en la oficina de empleo donde trabajo... :-S
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