jueves, 17 de septiembre de 2009

Las 10 ideas más grandes de la Historia (4): Sexo y reproducción

Antes de dejar los descubrimientos prehistóricos (es decir, los realizados antes de la aparición de la escritura), dejadme que mencione un cuarto descubrimiento cuya importancia ha sido minusvalorada a lo largo de la historia: el mecanismo que lleva a la reproducción del hombre.

A partir del momento en que el hombre tomó consciencia de sí mismo, seguramente debió preguntarse: “cómo ocurre la reproducción”? Lógicamente, al principio debió imaginar que el embarazo y el parto formaban parte de la algún tipo de magia, azar o designio divino que hinchaba la barriga de las damas y de ahí mágicamente aparecía la descendencia de la especie. Durante esa época, la mujer debía jugar un papel preponderante en la familia. De hecho, existe evidencia de que las primeras deidades eran femeninas (las primeras estatuillas encontradas por los arqueólogos corresponden a mujeres, muchas de ellas con las barrigas hinchadas) o estaban relacionadas con la fertilidad.

Durante esos miles de años, el hombre y la mujer cazaban, dormían, se tocaban, jugaban, realizaban actos sexuales y realizaban todo tipo de actividades y no había nada que indicara que el embarazo tenía nada que ver con la penetración. Pero supongo que a base de analizar la evidencia “estadística”, poco a poco fue quedando demostrado empíricamente de que la clave de la reproducción era la penetración y que por lo tanto, el encargado de realizar la magia no era ella sino él (quizá llegaron a la conclusión a base de ver que mujeres que estaban largos periodos sin realizar el acto sexual no podían hacer la magia de la reproducción). En ese momento, la historia del hombre, y sobre todo de la mujer, cambió para siempre: los dioses pasaron a ser masculinos, se empezó a adorar la masculinidad del acto sexual, incluso los “templos” religiosos adoptaron formas “fálicas” (fijaros, si no, en la forma de los menhires) y la mujer pasó a jugar un papel secundario dentro de la sociedad.

Hasta el siglo XVII no se descubren el óvulo y el espermatozoide de manera que a lo largo de los siglos se han mantenido diferentes teorías de cómo tenía lugar en realidad la fertilización. Cada una de las teorías tenía implicaciones para la mujer y para la sociedad. Por ejemplo, durante mucho tiempo se creyó que la mujer emitía algún tipo de semen necesario para la reproducción y que eso solamente ocurría con el orgasmo femenino. A partir de entonces, las normas sociales permitían (aunque siempre con el miedo que eso ha provocado a los hombres) el placer de la mujer en el acto sexual. A partir del siglo XVII, cuando se descubre que la ovulación femenina no tiene nada que ver con el placer sexual, la moral puritana y los valores victorianos se impusieron en Inglaterra, Estados Unidos y algunos países Europeos. Esos valores victorianos eran mucho más represivos y mucho menos tolerantes en la práctica que los que había impuesto la moral católica (que era muy severa sobre el papel, pero mucho más permisiva en la práctica) del momento. Nota: desconozco cuál es la teoría de la reproducción que sostienen las sociedades africanas que practican la ablación clitórica o mutilación del clítoris con el objetivo de eliminar el placer sexual femenino.

El cuarto descubrimiento importante de la historia es, pues, el que relaciona el sexo con la reproducción. La importancia de ese descubrimiento no es de carácter biológico, ni teórico, ni teológico. Es social: ha tenido una descomunal importancia porque ha determinado el papel de la mujer en la familia y en la sociedad durante miles de años.

Fuente: http://www.facebook.com/note.php?note_id=152098671344&ref=nf

lunes, 14 de septiembre de 2009

Las 10 ideas más grandes de la Historia (3): La agricultura.

Para la mayor parte de historiadores y arqueólogos, la idea más grandiosa de la historia es una de las más prácticas y menos abstractas: la domesticación de plantas y animales. Durante la mayor parte de su existencia el hombre (o el humanoide si nos remontamos a Lucy, hace unos 3,5 millones de años) ha sido carroñero, cazador y recolector. Es decir, el hombre viajaba de un lugar para otro buscando comida y adaptándose al medio: si la comida aparecía en la sabana, iba hacia la sabana. Si aparecía en el bosque, iba hacia el bosque. Entre hace 14.000 y 6.500 años, sin embargo, el hombre empieza dejar de adaptarse al medio y pasa a controlarlo: nacen la agricultura y la ganadería. Ocurrió durante el calentamiento global que experimentó la tierra después de la última glaciación (a veces, cosas buenas salen de procesos de cambio climático, ;-) ). Se sabe perfectamente cuándo apareció la agricultura: entre hace 14.000 y 6.500 años. Se sabe también que empezó en Mesopotamia –actualmente entre Siria e Iraq- (aunque se sabe que la misma idea surgió de manera independiente en Centroamérica -en lo que hoy es Panamá- algunos años después-, en China y en Nueva Guinea). Sabemos que las primeras plantas que se domesticaron fueron el trigo y la cebada, seguido del guisante, la lenteja y el garbanzo. Por lo que se refiere a los animales, primero se domesticaron la cabra seguido de la oveja, el cerdo y el ganado vacuno. El proceso que va desde la recolección hasta la creación de aldeas permanentes con una economía agrícola duró aproximadamente 3.000 años.

Lo que no se sabe con exactitud es por qué se inventó la agricultura. Hay diferentes teorías económicas, ambientales y religiosas. La dificultad de encontrar una teoría o explicación aceptable se debe a una paradoja importante: en un principio, la eficiencia económica de la agricultura era inferior a la recolección y la caza. Es decir, los cazadores/recolectores tenían que trabajar unas tres horas al día para encontrar comida mientras que los agricultores trabajaban de sol a sol. Es más, los restos óseos de los primeros granjeros muestran señales de desnutrición. Si era menos eficiente desde el punto de vista económico, ¿por qué dejaron los primeros granjeros la caza y la recolección para pasar a la vida agrícola?

Pienso que la idea de la domesticación de plantas y animales es una de las más importantes de la historia por dos razones. La primera es que es la señal de que el hombre pasa de adaptarse al medio en el que vive a controlar el medio en el que vive. Este es un cambio fundamental en la relación entre el hombre y la tierra. A partir de entonces, el hombre se convierte en amo y señor del planeta y es capaz de conquistar casi todos los rincones del globo.

La segunda, porque la agricultura ha permitido aumentar el nivel de vida y de bienestar de miles de millones de ciudadanos. Si. La productividad agrícola empezó siendo inferior a la de la recolección y la caza, pero una infinidad de ideas e innovaciones (rotación de cultivos, barbecho, fertilizantes, pesticidas naturales o artificiales, diferentes técnicas de regadío, etc) han permitido aumentar la productividad hasta el punto que, en la actualidad, los países ricos dediquen menos del 1% de la población a la agricultura y a la consecución de alimentos para el resto de la población. La última gran revolución de la agricultura ha sido la llamada “revolución verde” de los años 1950s que buscó variedades de trigo de mayor productividad a través de costosos programas de investigación. Esa revolución fue la responsable de la reducción drástica en el número de hambrunas en Asia (especialmente India) y América Latina (especialmente México), aunque no ha acabado con las hambrunas en África porque allí no pueden ser aplicadas debido al clima y a la calidad del suelo (dicen los expertos que necesitamos una nueva revolución verde para eliminar definitivamente la pobreza extrema de África y la Bill and Melinda Gates Foundation están dedicando grandes cantidades de recursos económicos a ello; Curiosamente, la primera revolución verde también fue financiada por filántropos norteamericanos: las fundaciones Rockefeller y Ford).

La tercera razón por la que la agricultura es uno de los grandes inventos de la historia es que conlleva el sedentarismo y el sedentarismo trae consigo la creación de aldeas primero y ciudades más tarde. Soy de la opinión que el desarrollo económico de la humanidad se ha hecho en las ciudades: desde las ciudades griegas hasta Hong Kong (la causante del desarrollo económico de China, aunque este es un tema que discutiré otro día) pasando por las ciudades de la Europa renacentista. Creo que el desarrollo económico y la creación de riqueza alcanzados por el hombre en el siglo XXI no se pueden entender sin las ciudades y las ciudades no podrían haberse creado sin la domesticación de animales y plantas.

Fuente: http://www.facebook.com/note.php?note_id=149487396344&ref=mf

sábado, 12 de septiembre de 2009

Las 10 Ideas Mas Grandes de la Historia (2): La Idea de Dios.

Segunda Idea: La Idea de Dios

La segunda gran idea de la humanidad es la idea de dios. Es una de las más importantes a la vista no sólo de la cantidad de gente que a lo largo de la historia ha vivido solamente para contentar a su dios, sino que ha matado por él (o por ellos). Quizá dios no sea la mejor idea que ha tenido el hombre, pero seguro que es una de las más importantes.

Poniéndome en la mente de los hombres primitivos, supongo que dios debió empezar como una superstición: “hoy he salido de la cueva, he girado a la izquierda y ha cazado un ciervo. Ayer giré a la derecha y no cacé nada. Mañana, ¡a la izquierda!” (nota: a los seguidores del muro, este tipo de comportamiento les resultará familiar y típico no solo del hombre primitivo sino el hombre actual –menos primitivo: de hecho, recordad que un servidor hizo con el color de sus americanas durante el glorioso mes de Mayo de 2009: el día 2 llevaba americana verde y ganamos en el Bernabéu 2 a 6. ¡Ojo! Me dije: “A lo mejor debería llevar la verde este próximo miércoles cuando juguemos en Londres”. Así lo hice y Iniesta marcó en el minuto 93. La leyenda de la americana verde siguió en Valencia y, finalmente, alcanzó sus poderes sobrenaturales en Roma, Bilbao y Mónaco. Antes de que penséis que mi conducta fue extraña, dejadme que os diga que a mí se me nota más que a los demás, pero hablando con todos los que me rodeaban, desde el Presidente Laporta, a Pep Guardiola, Txiki, Johan o el resto de la junta directiva, todos, absolutamente todos habían seguido algún tipo de rito supersticioso, no tan llamativo como la americana verde, pero no menos real: desde la misma corbata hasta la misma comida el día del partido pasando por la misma ropa interior, resulta que todos habían sido igualmente supersticiosos.)

Volviendo al tema, a partir de la superstición es fácil que aparezcan los dioses. Al fin y al cabo, la superstición es la creencia de que hay una fuerza que no acabas de entender que dicta que las cosas salgan de una manera u otra. A partir de aquí, surge casi inmediatamente la idea de dios. Los dioses explican por qué pasan las cosas y por qué las cosas son como son: explican el principio y el fin, la creación y la destrucción, el rayo y el trueno, el mar y la tierra, el fuego y el aire, las lunas y los planetas. Algunas civilizaciones encarnan a los dioses en animales (vacas, serpientes, toros). Algunas los mitifican en seres nunca vistos (Zeus, Júpiter o el dios judeocristiano).

De repente, algunas religiones monoteístas que salen de Zarathrusta empiezan a utilizar a los dioses como reguladores de lo ético, especialmente el judaísmo y sus dos descendientes importantes, el cristianismo y el islam. En ese momento, dios no sólo explica lo inexplicable sino gobierna sobre el bien y el mal y dicta nuestro comportamiento: no matarás, no robarás, no mentirás, no comerás cerdo… Dios impone una serie de reglas que permiten a las sociedades que las adoptan funcionar mejor que las que no las adoptan (es bueno que en una sociedad no haya robos, asesinatos, violaciones o, si hay triquinosis, no coma cerdo). La idea de dios es muy inteligente en este sentido porque, en un mundo donde no hay recursos para implementar la ley, concede premios al buen comportamiento (el cielo, la reencarnación en seres superiores) o impone castigos (el infierno o la reencarnación en seres inferiores), premios y castigos que nunca se pueden demostrar empíricamente: nadie ha visto el cielo o el infierno, nadie ha podido demostrar la reencarnación en vacas o en cerdos. La fe en la veracidad de esas promesas hizo que las personas se comportaran sin necesidad de un estado que imponga las leyes a través de la fuerza y el castigo terrenal.

La idea de dios como explicación de lo inexplicable ha sufrido una muerte lenta y paulatina que empezó con Thales de Mileto y los filósofos de la antigua Grecia. Aristóteles proclamó que todos los fenómenos naturales tenían una explicación y respondían a algún tipo de ley natural y no a la arbitrariedad de los dioses y sus titanes y que esa ley se podía descubrir a través de la observación, a través de la inducción. El cristianismo y la obsesión teológica sepultó esas ideas durante un milenio hasta que Santo Tomás redescubrió a Aristóteles a través del Islam y lo intentó casar con la teología cristiana. A partir de entonces, el cristianismo que hasta entonces había sido impermeable para con la ciencia empezó a permitir el pensamiento independiente. La revolución científica ha ido comiéndose el terreno de los dioses hasta dejarlo en casi nada. De hecho, hoy día las leyes de la naturaleza sabe cómo explicar desde el big bang hasta el ADN y desde la primera célula viva hasta el ser humano. Pero todavía hay tres cosas que no podemos explicar y para las que necesitamos a dios: La primera, ¿quien puso el punto inicial que explotó en el big bang? Es decir, ¿Cuál es el origen del universo? La segunda, ¿cómo pasar de ADN a vida? Es decir, ¿cuál es el origen de la vida… y por ende, qué pasa después de la muerte? Tercera, las leyes de la naturaleza lo explican todo, pero… ¿quién ha hecho esas leyes y por qué esas leyes son así? En este sentido, dos de los grandes científicos de todos los tiempos, Newton y Einstein eran profundamente religiosos y decían que lo que estaban haciendo no era substituir a Dios, sino descubrir las leyes que les permitían saber cómo pensaba dios.

La idea de dios como organizador de sociedades a través de la manipulación ética de sus individuos también ha perdido terreno, aunque en menor medida, ante el estado. Los estados han organizado maneras de perseguir comportamientos “indeseables” no a través de difusas amenazas infiernos o reencarnaciones, sino a través de castigos terrenales inmediatos: la cárcel o la pena de muerte. La gente que no cree en dios no roba, no porque se lo diga dios sino porque teme ser capturado por la policía y castigado por la autoridad legal.

Es interesante resaltar que la gente que cree en dios tiende a ser más feliz. No sé si es porque dios todavía explica lo que pasa después de la muerte y la gente que cree en la felicidad eterna afronta la muerte con menor temor. No lo sé. Lo que sí sé es que ese aspecto positivo debe estar en la balanza que nos dice si dios ha sido un buen invento o un mal invento. En el otro plato de la balanza está, lógicamente, el odio, las persecuciones, sacrificios y los crímenes que se han cometido en nombre de algún dios.

Fuente: http://www.facebook.com/note.php?note_id=148836861344&ref=nf

jueves, 10 de septiembre de 2009

Las 10 mejores ideas de la historia (1): Ponerse de pie, de Xavier Sala Martin

Durante los próximos días voy a publicar 10 notas sobre lo que creo que han sido las 10 grandes ideas de la historia. Al hacer la lista he tenido en cuenta tres cosas. Primera, las ideas que propongo no son necesariamente “ideas” en sentido estricto. Por ejemplo, la primera “idea” fue la de hacerse hombre poniéndose de pie. No es una idea en sentido estricto sino que fue mas un instinto de supervivencia, pero lo pongo como una “idea” porque a veces uno descubre las cosas que funcionan por instinto o por casualidad. Segundo, a veces hablaré de “conjuntos de ideas” que no necesariamente son un fenómeno que puede ser identificado en el tiempo y en el espacio. Por ejemplo, hablaré del desarrollo del lenguaje que es la suma de multitud de ideas que tienen en común un fenómeno importante: la comunicación. Tercero, cuando digo “grandes” ideas no necesario quiero decir ideas “buenas” sino ideas que han marcada a la especie humana a través de los siglos o que la puede marcar de cara al futuro. En este sentido, voy a mencionar la religión. No está claro si la religión es una buena idea (seguramente la religión es la causa de más muertes a través de la historia que el cáncer y las enfermedades coronarias sumadas). Lo que sí está claro que el ser humano y su historia no se pueden entender sin religión.
Primera Idea: Levantarse y ponerse en pie
La primera idea (aunque quizá no sea idea sino instinto) fue la de ponerse de pie. Ponerse de pie es lo que distingue a los hombres de los simios y es lo que permite liberar las manos para hacer los primeros utensilios (que, según algunos antropólogos) es lo que distingue al hombre del resto de los animales.

Seguramente el hombre se puso de pie por instinto: igual que el gorila cuando quiere ahuyentar a los enemigos se levanta para demostrar su envergadura, seguramente el hombre se empezó a poner de pie cuando era un animal carroñero y le robaba la caza a leones y otros cazadores. Todavía hoy, si uno viaja al Serengueti en Tanzania (que es de donde es nuestra amada Lucy, el primer “humano” identificado por los paleontólogos), uno ve que numerosos cuerpos de cebras, ñus y búfales en descomposición: una vez alimentados los cazadores (leones, leopardos, guepardos), los carroñeros (hienas, buitres) comen y todavía queda comida. Eso quiere decir que en la sabana, ser carroñero es un buen negocio y el hombre debió empezar así, después de que un cambio climático le expulsara de los bosques donde para sobrevivir estaba obligado a utilizar las cuatro extremidades para desplazarse… como los monos.

Una vez de pie, el hombre utiliza sus manos para hacer herramientas y empieza una evolución física hacia el hombre actual que le ha permitido dominar el mundo entero: las cuerdas vocales bajan cosa que permite el lenguaje, la piel se transforma y suda, cosa que permite refrigerar el cuerpo ante un esfuerzo continuado como correr durante mucho rato para cazar (cosa que no pueden hacer los animales que se refrigeran a través de la lengua como los perros), la pelvis de la mujer se separa cosa que permite el nacimiento de seres con cabezas y cerebros enormes. Todo esto ha permitido que el hombre tenga el resto de las ideas que dan el nivel de conocimiento y bienestar que tenemos ahora.

Por lo tanto, la primera gran idea fue: ponerse de pie.

Fuente: http://www.facebook.com/note.php?note_id=148156256344&ref=nf